Tal cual como la mayoría de nuestros parlamentarios-rebaño de dinosaurios según el canciller venezolano- aprovecharon la oportunidad que Lugo les dio para el jaquemate, hoy los presidentes de los demás países miembros del Mercosur, sancionaron a Paraguay ante la más mínima oportunidad que encontraron para hacerlo.
Cuestionaron el "debido proceso" en el juicio político a Fernando Lugo, cuando los congresistas, guste o no, se ciñeron estrictamente a lo que dice la Constitución Nacional. Ellos ahora, deciden suspender a Paraguay sin siquiera haber dado 1 solo minuto para cumplir así con el artículo 4° del protocolo de Ushuaia, firmado por los 4 países que dice "En
caso de ruptura del orden democrático en un estado parte del presente
Protocolo, los demás Estados Partes promoverán las consultas pertinentes entre
sí y con el Estado afectado". Se rasgan las vestiduras porque según ellos, en Paraguay hubo un golpe de estado*, porque el pueblo está sufriendo. ¿Quién sino nosotros sabemos cómo nos encontramos? Basta con salir a las calles a observar para tener una idea de lo que significa democracia, y cómo el pueblo guaraní respetó absolutamente la decisión de aquellos a quienes también les dimos nuestro voto(así varios de ellos no hayan sido los más eficientes en sus gestiones). Pero por favor! Si lo único que buscaban era quitarnos del tablero, para mover las piezas a su antojo y dar lugar a la entrada al bloque al país cuya incorporación el congreso paraguayo había rechazado. Esto era lo que querían, y lo consiguieron gracias al golpe democrático internacional que significa, habernos juzgado sin siquiera oírnos, violando así el tratado en el que estamparon sus firmas con la responsabilidad y el compromiso de cumplirlo a cabalidad.
* Según la página oficial del Ministerio de Educación de Argentina, la definición de Golpe de Estado es bien diferente de lo que se dio en Paraguay. http://www.me.gov.ar/efeme/24demarzo/quees1.html
viernes, 29 de junio de 2012
jueves, 28 de junio de 2012
Hipocresía populista. (Diario El País, Uruguay. 28/junio/2012)
El Parlamento paraguayo, de acuerdo a lo dispuesto por el art. 225 de la Constitución de su país sometió a juicio político al Presidente de la República y lo separó de su cargo acusado de mal desempeño de sus funciones y de la comisión de algunos delitos. La causa principal no está contemplada en todas las Constituciones, aunque sí en la paraguaya y está inspirada en el derecho anglosajón en la propuesta de Hamilton en 1787. Por otro lado el procedimiento establecido en el referido art. 225 requiere la acusación de la Cámara de Representantes por mayoría de dos tercios y la decisión de la Cámara de Senadores por dos tercios al solo efecto de separarlo del cargo. En ese sentido no puede haber observaciones al procedimiento porque así se procedió, aunque muchos reclamos se refieren a la ausencia del debido proceso de garantía mínima que cualquier acusado tiene para ejercer su defensa. Lo cierto es que todas las garantías se pusieron a disposición del ex Presidente Lugo, inclusive la posibilidad de defenderse por medio de sus representantes. Así se procedió por propia decisión y por la aceptación expresa que hizo pública de someterse al juicio político y a las consecuencias que ello podía deparar. Los plazos no previstos expresamente para el diligenciamiento del juicio político son administrados por las instituciones competentes en función de la situación que pueda vivirse en una sociedad que se ve expuesta a una resolución política tan importante. A pesar de que pueda invocarse que han sido muy cortos, ha quedado claro que los fijados se cumplieron y que por tanto, no se ha cometido ningún golpe de Estado, ni desde el Estado, ni con la participación de las Fuerzas Armadas y menos como producto de una sedición generalizada.
El tema a analizar, en todo caso, tiene que ver con la fortaleza o debilidad del sistema de partidos políticos en el Paraguay; pero eso es un ejercicio privativo de los paraguayos del modo que lo entiendan conveniente y en el momento que consideren adecuado.
Los Estados de la OEA, el Mercosur o la Unasur nada tienen que decir sobre dicho proceso interno; y si lo hacen, constituye una grave violación del principio de no intervención, patrimonio político y jurídico de las Naciones Unidas.
En realidad la reacción de los gobiernos populistas de América Latina responden a una suerte de corporativismo ideológico presidencial, que poco apego tiene a la soberanía popular, y menos aún, a la democracia representativa, a la que consideran una estructura burguesa con la que debe convivir a desgano.
El Paraguay no se merece este trato, ni jurídica ni políticamente, porque es un abuso inaceptable de los países más poderosos amparados en su asimetría para ejercer una tutela ética inaceptable.
Las amenazas han proliferado y hasta el Paraguay tuvo que soportar un turismo diplomático indescriptible con el desembarco de más de diez cancilleres que intentaron presionar al gobierno legítimo y torcer la decisión soberana del Parlamento paraguayo.
Entre los principales actores está el gobierno uruguayo a través de su canciller y del propio Presidente. El Presidente Mujica habla de un "golpe parlamentario" sin el menor fundamento, repitiendo la formula descalificatoria esbozada por el Presidente Chávez y los gobiernos de Argentina y Brasil. Estamos frente a un retroceso de nuestra política exterior que afecta nuestra dignidad nacional.
Una actitud obsecuente frente a la Argentina y al Brasil. Y lo que es peor aún, acompañando una presión indebida contra el Paraguay de dos países que han incumplido sus obligaciones en el Mercosur y que no conocen otra actitud que la insolidaridad con las economías menores del bloque regional.
Se habla además de sanciones de todo tipo al Paraguay, desde la suspensión en los órganos del Mercosur hasta represalias comerciales que van de la mano de la pérdida de todos los derechos que le corresponde como miembro pleno de lo poco que queda de ese esquema de integración. La democracia no es un sistema que se ajuste al capricho de los Estados más fuertes. Y menos cuando hasta el golpista Presidente de Venezuela retira la ayuda al pueblo paraguayo en un gesto totalitario propio del modelo político que quiere imponer en su país y en el resto de América respaldado por los recursos que obtiene del precio de su valioso "ungüento".
El gobierno uruguayo no puede cometer más errores.
miércoles, 27 de junio de 2012
Chávez NO defiende la democracia sino su posible ingreso al Mercosur.
La economía brasilera podría negociar unos buenos miles de millones de dólares si
Venezuela forma parte del Mercosur. Esto es lo que más desea el dictador "bolivariano". Paraguay es el único del bloque que no ha
aprobado el ingreso venezolano. Este supuesto “golpe a la democracia” que se
está dando en nuestro país, daría pie para que luego de una suspensión al
Paraguay, Uruguay, Argentina y Brasil confirmarían sin oposición alguna la
incorporación de Venezuela y así Chávez cumpliría su gran sueño. Según el canciller de ese país, el parlamento es un rebaño de dinosaurios-sin dudas hay varios dinosaurios allí, sin embargo la decisión tomada fue dentro del marco establecido por la Constitución Nacional y la gente en su gran mayoría acepta esa decisión y es lo que vale. Chávez defiende la democracia? Lo que él defiende claramente es la posibilidad que se abre para la nación que preside de ingresar al bloque comercial.
Él sabe que esta es una magnífica oportunidad para sus
propósitos, entonces es lógico que se aferre a la idea de suspender al Estado
paraguayo.
martes, 26 de junio de 2012
Fernando Lugo: recordá las virtudes cardinales, por favor!
Cualquiera que tuviera dos dedos de frente se daría cuenta de la falta total de tacto con la que está actuando el EX presidente Fernando Lugo. En primer lugar, él mismo ha sido el promotor principal de su salida, ya que se encargó de dar pasos en falso, uno tras otro con las decisiones tomadas incluso desde los primeros días de asunción del cargo. Su carencia de una comunicación clara y directa-que debería caracterizar a cualquiera que pretenda dirigir en forma eficiente y transparente nada menos que un país- hace que uno al observarlo y escucharlo no sepa cómo tomar sus palabras, ¿reír o llorar?. Una vez más en esa posición indefinida, el EX presidente se despedía el viernes pasado razonablemente-pues él DECIDIÓ someterse al juicio político- y nuevamente aparece en los medios días después, desconociendo la institución a la que él mismo se sometió y rechazando al nuevo presidente, adjudicándose de nuevo ése cargo luego de saber perfectamente qué significaría su acatamiento de la sentencia que dictaminara el poder legislativo.
Creo que si quisiera mantener un ápice de credibilidad-si es que le queda-, este señor debería retirarse inclusive de la misma arena política. Sin embargo, si quisiera mantenerse en su condición fluctuante característica-pues recuerdo sus palabras de que una vez que dejara la presidencia volvería a la iglesia-, y siguiera "firme" en seguir en carrera electoral, debería tener la prudencia mínima de dejar de generar confusión en sus seguidores.
Palabras más, palabras menos lo que dijo fue: "Hoy hablo como ciudadano, me voy por la puerta grande", pero un par de días después "sigo en el cargo, porque ustedes me votaron". Acaso ignora por un lado, que el nuevo Presidente de la República, el Dr. Federico Franco tuvo los mismos votos que él, los 800mil que tanto reclama como suyos, son también de Franco, pues ellos se presentaron dentro de la misma chapa. Por otro lado, pareciera ignorar, que aquellos por quienes fue juzgado políticamente, también fueron elegidos por los votos de la gente. ¿Golpe de estado? Pero señores! Se hizo uso LEGALMENTE de la herramienta constitucional establecida en nuestra Ley Suprema, por favor! ¿Por qué no cuestionó el juicio antes, si según él los diputados y senadores no representan el voto popular?
Y aunque repudie totalmente la capacidad de la mayoría de los parlamentarios, eso no me da el derecho de negarles la potestad otorgada por la Carta Magna que es la ley fundamental de nuestro querido Paraguay. A los impresentables los repudiaré mientras estén ocupando una banca, pero mientras estén allí, tendré que acatar las decisiones que tomen porque ellas están avaladas por la misma Constitución Nacional. Y en las próximas elecciones esperaré poder elegir abiertamente a quienes crea son lo suficientemente merecedores de ocupar un lugar dentro del parlamento.
Espero que por el bienestar de todos, sobre todo de sus seguidores-ya que a ellos también los deja en ridículo y los hace actuar así-, aplique al menos algo de lo que ha aprendido dentro de su formación eclesiástica, acá le recuerdo las virtudes cardinales, que mucho bien le haría tenerlas en cuenta y practicarlas en estos momentos: Prudencia, Justicia, Templanza, Fortaleza. Que haga un bien a la nación por favor.
Creo que si quisiera mantener un ápice de credibilidad-si es que le queda-, este señor debería retirarse inclusive de la misma arena política. Sin embargo, si quisiera mantenerse en su condición fluctuante característica-pues recuerdo sus palabras de que una vez que dejara la presidencia volvería a la iglesia-, y siguiera "firme" en seguir en carrera electoral, debería tener la prudencia mínima de dejar de generar confusión en sus seguidores.
Palabras más, palabras menos lo que dijo fue: "Hoy hablo como ciudadano, me voy por la puerta grande", pero un par de días después "sigo en el cargo, porque ustedes me votaron". Acaso ignora por un lado, que el nuevo Presidente de la República, el Dr. Federico Franco tuvo los mismos votos que él, los 800mil que tanto reclama como suyos, son también de Franco, pues ellos se presentaron dentro de la misma chapa. Por otro lado, pareciera ignorar, que aquellos por quienes fue juzgado políticamente, también fueron elegidos por los votos de la gente. ¿Golpe de estado? Pero señores! Se hizo uso LEGALMENTE de la herramienta constitucional establecida en nuestra Ley Suprema, por favor! ¿Por qué no cuestionó el juicio antes, si según él los diputados y senadores no representan el voto popular?
Y aunque repudie totalmente la capacidad de la mayoría de los parlamentarios, eso no me da el derecho de negarles la potestad otorgada por la Carta Magna que es la ley fundamental de nuestro querido Paraguay. A los impresentables los repudiaré mientras estén ocupando una banca, pero mientras estén allí, tendré que acatar las decisiones que tomen porque ellas están avaladas por la misma Constitución Nacional. Y en las próximas elecciones esperaré poder elegir abiertamente a quienes crea son lo suficientemente merecedores de ocupar un lugar dentro del parlamento.
Espero que por el bienestar de todos, sobre todo de sus seguidores-ya que a ellos también los deja en ridículo y los hace actuar así-, aplique al menos algo de lo que ha aprendido dentro de su formación eclesiástica, acá le recuerdo las virtudes cardinales, que mucho bien le haría tenerlas en cuenta y practicarlas en estos momentos: Prudencia, Justicia, Templanza, Fortaleza. Que haga un bien a la nación por favor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)